Estudiantes no pudo mostrar el trabajo realizado 7 días atras en tierras gallegas, pero con más actitud que fútbol pudo conseguir por lo menos un punto que lo dejara como único puntero, por lo menos hasta mañana.
El gol agónico (min. 48 del segundo tiempo) lo marcó Cristian Lillo, de cabeza.
El marcador lo había abierto César Lamanna, quien luego tuvo que irse a vesturios por doble amarilla, al meterse en un tumulto provocado por una falta, le sacan su segunda amarilla.
Luego, San Esteban y Berdún, respectivamente dieron vuelta la tortilla y como dijimos antes, a los 48 del segundo tiempo Lillo consigue el valiosísimo empate, valiosísimo porque seguimos invictos, valiosísimos porque si ganaba San Carlos no era injusto, valiosísimo porque teníamos un jugador menos.
Estudiantes jugó el peor partido de los tres que disputó. Sin dudas va a haber que mejorar y mucho, hoy una ayudita cayó del cielo y puso ahi a la cabeza de Cristian para que el pueblo pincha siga invicto en torneo.
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