Fue el batacazo de la primera fase del octogonal y el único equipo con desventaja deportiva en pasar a la ronda siguiente pero nadie puede negar que la escuadra de Ricardo Rezza mereció quedarse con la victoria en Caseros. Así, en silencio y con cuotas de buen fútbol, Villa San Carlos goleó a los dirigidos por Salvador Pasini que habían terminado en la segunda colocación dentro del campeonato regular y dilapidaron muy pronto el sueño del ascenso.
La fiesta era pura y exclusivamente del local que antes del partido inauguró el sistema lumínico completando una obra más en una cancha que mes a mes va sumando en confort y belleza. Bombas de estruendo y fuegos artificiales alumbraban el oeste bonaerense y al Matador que con la parda clasificaba pero tambaleaba en los primeros minutos de juego. Y a los 17 minutos se cumplió la lógica porque si dos cabezazos en el área son gol, tres son mucho más. Por eso mismo el testazo final del calvo Aguimcer tras asistencia de Oroná abrió el marcador para los de Berisso que daban la nota.
No salió del shock el dueño de casa que llegó una contra encabezada por la figura, Ignacio Oroná quien descargó para Sarati y este para la subida veloz de Mariano Fernández y luego… ¿ya se mareó?. Pues bien, el fondo de Estudiantes también y se dignó a ver como se pasaban la pelota para que Fernando Pasquale remate en la zona del punto penal para poner el 2 a 0 parcial y medio pasaje a semifinales en el bolsillo. La banda de Estudiantes se alzó en cánticos para apoyar al plantel y a los 24 minutos Yamil Possi cobró un dudoso penal favorable al Pincha por una supuesta mano de Emiliano Córdoba. Emanuel Giménez cambió la pena por gol y a partir de ese momento al local le quedaba algo más de una hora para descontar la mínima diferencia que lo separaba del Villero que entraba en pánico por la lesión de su arquero titular Víctor Volpe.
Pero había más para la vibrante velada porque el pánico no cundió para San Carlos y Rodrigo Benítez atajó por Volpe, por Churrupit y por todos los grandes arqueros que han pasado por el club de Berisso. Y le sacó una pelota contra el palo a Bustos, un cabezazo certero a Cipriani y sobre el final un imponente bombazo a Facundo Bazán para demostrar que en el fondo el Villero era merecedor de la clasifiación.
En la complementaria estiró las diferencias el equipo de Ricardo Rezza por intermedio de Nahuel Fernández Silva e incluso pudo cerrar el marcador con un resultado más abultado aunque Martín Ríos se encargó de bajarle la cortina al cotejo y a la participación de Estudiantes en la temporada 2010/11
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